Al igual que la gestante la madre en período de lactancia, también necesita una alimentación balanceada que le permita la suficiente formación de leche materna, es decir entre 500 y 750 mililitros de leche al día.
La lactancia implica algunos requerimientos del organismo materno en mayor grado, que lo hace el embarazo. Aun después del parto, el niño se alimentará del organismo materno, pero tomará su alimento de las glándulas mamarias y no de la placenta, como en la vida prenatal; a medida que el niño gana peso y tiene mayor actividad, el aporte alimentario materno debe aumentarse.
Durante este período la mujer lactante no debe fumar, debido a que la nicotina es una sustancia tóxica que se trasmite al bebé a través de la leche, Igualmente se debe evitar ingerir ciertos medicamentos como aspirina, laxantes e hipotensores, entre otros ya que pueden pasar a la leche por secreción del cuerpo de la madre.
Con relación a ciertas sustancias que pasan a través de la leche y le dan mal sabor a ésta, es importante evitar el consumo excesivo de ajo, ají, y preparaciones con mucha pimienta; así mismo es conveniente limitar el consumo de cebolla y tener cuidado con alimentos que producen gases a la madre como las leguminosas, col y repollo, porque podrían causar cólicos al bebé.
Al terminar la lactancia, la madre debe reducir el consumo de alimentos, disminuyendo la cantidad de calorías y reanudando sus hábitos alimentarios normales, de lo contrario se presentará sobrepeso.
Recomendaciones alimentarías para la madre lactante
Tomando como base las recomendaciones para la embarazada, la de la madre lactante quedaría así:
Alimentos
Leche, yogurt, kumis, queso, carne, pollo, pescado, leguminosas, huevo grasas, hígado, frutas, vegetales (amarrillo-verde intenso), cereales, pan, tubérculos plátanos y azúcares, líquidos agua, (cerveza negra, agua de panela, agua de hinojo, malta)
Recordar que los alimentos han de elegirse de buena calidad y de cada uno de los grupos, para asegurar que la alimentación sea variada y equilibrada y garantizar el buen estado de la madre y del bebé.
La lactancia implica algunos requerimientos del organismo materno en mayor grado, que lo hace el embarazo. Aun después del parto, el niño se alimentará del organismo materno, pero tomará su alimento de las glándulas mamarias y no de la placenta, como en la vida prenatal; a medida que el niño gana peso y tiene mayor actividad, el aporte alimentario materno debe aumentarse.
Durante este período la mujer lactante no debe fumar, debido a que la nicotina es una sustancia tóxica que se trasmite al bebé a través de la leche, Igualmente se debe evitar ingerir ciertos medicamentos como aspirina, laxantes e hipotensores, entre otros ya que pueden pasar a la leche por secreción del cuerpo de la madre.
Con relación a ciertas sustancias que pasan a través de la leche y le dan mal sabor a ésta, es importante evitar el consumo excesivo de ajo, ají, y preparaciones con mucha pimienta; así mismo es conveniente limitar el consumo de cebolla y tener cuidado con alimentos que producen gases a la madre como las leguminosas, col y repollo, porque podrían causar cólicos al bebé.
Al terminar la lactancia, la madre debe reducir el consumo de alimentos, disminuyendo la cantidad de calorías y reanudando sus hábitos alimentarios normales, de lo contrario se presentará sobrepeso.
Recomendaciones alimentarías para la madre lactante
Tomando como base las recomendaciones para la embarazada, la de la madre lactante quedaría así:
Alimentos
Leche, yogurt, kumis, queso, carne, pollo, pescado, leguminosas, huevo grasas, hígado, frutas, vegetales (amarrillo-verde intenso), cereales, pan, tubérculos plátanos y azúcares, líquidos agua, (cerveza negra, agua de panela, agua de hinojo, malta)
Recordar que los alimentos han de elegirse de buena calidad y de cada uno de los grupos, para asegurar que la alimentación sea variada y equilibrada y garantizar el buen estado de la madre y del bebé.
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